En nariz, es muy expresivo e intenso. Las frutillas, cerezas y membrillos son los aromas frutales que más se destacan, fundiéndose con notas de vainilla, madera tostada y sutiles notas a especias.
Su boca es plena, de taninos muy agradables, y suaves. Tiene un medio de boca consistente, frutal y con algunas notas minerales. De cuerpo elegante y buena estructura, termina con un persistente y largo final de boca.
Un secreto que se descubre a través de los sentidos. La propuesta de Domaine Alma Negra es cerrar los ojos y perderse en los aromas y sabores de la uva. Una fotografía inquietante e indestructible de todo lo bueno en un vino. Bodegas ubicadas en el Valle de Uco de la Provincia de Mendoza.
Alma Negra Blend Tinto se elabora a partir de una cuidadosa selección de uvas de viñedos de altura en Mendoza. Las variedades que componen este blend se fermentan por separado en pequeños tanques de acero inoxidable, con control de temperatura para preservar la intensidad de los aromas y la frescura de la fruta. Luego, el vino madura en barricas de roble francés durante 12 meses, lo que le aporta estructura y complejidad.
En nariz, es muy expresivo e intenso. Las frutillas, cerezas y membrillos son los aromas frutales que más se destacan, fundiéndose con notas de vainilla, madera tostada y sutiles notas a especias.
Su boca es plena, de taninos muy agradables, y suaves. Tiene un medio de boca consistente, frutal y con algunas notas minerales. De cuerpo elegante y buena estructura, termina con un persistente y largo final de boca.
Un secreto que se descubre a través de los sentidos. La propuesta de Domaine Alma Negra es cerrar los ojos y perderse en los aromas y sabores de la uva. Una fotografía inquietante e indestructible de todo lo bueno en un vino. Bodegas ubicadas en el Valle de Uco de la Provincia de Mendoza.
Alma Negra Blend Tinto se elabora a partir de una cuidadosa selección de uvas de viñedos de altura en Mendoza. Las variedades que componen este blend se fermentan por separado en pequeños tanques de acero inoxidable, con control de temperatura para preservar la intensidad de los aromas y la frescura de la fruta. Luego, el vino madura en barricas de roble francés durante 12 meses, lo que le aporta estructura y complejidad.